A lo largo de los años este municipio ubicado al norte de Antioquia fue golpeado fuertemente por la violencia, la presencia de grupos subversivos y bandas criminales, le dejaron una etiqueta de indeseable, intolerante, alejado y de difícil acceso.Sin embargo, el compromiso policial desdibujó esa historia. Convencidos de su lema Dios y Patria, desde el año anterior arribaron al municipio de Briceño 20 policías con la misión de brindar seguridad y proteger a las personas.No obstante con el pasar de los días, se apreciaba un entorno que carecía además de cosas materiales de otras necesidades porque aún se percibían hábitos de indiferencia y comportamientos que denotaban la faltaba espíritu entre la vecindad.Poco a poco los hombres entrenados en combate urbano fueron tejiendo lazos de amistad con sus habitantes, un cariño especial se fue consumando entre ellos y la comunidad especialmente por los niños que todas las tardes se reunían para patear una pelota, rodar las bicicletas y jugar al escondite en la parte trasera de la Estación de Policía.Un lugar que motivó al Subteniente Jhojan Villalobos Bernal, comandante de la Estación de Policia Briceño, una de esas tardes de tradicional reunión en la que Camilo un niño de la comunidad le contó de sus temores, uno de ellos es que volviera a escucharse esa época de disparos en la que todos sentían miedo, y sobre todo ahora él porque temía que al despertar ya no viera a sus nuevos amigos "los policías".Gran responsabilidad la de Villalobos quien tomó de esas palabras las agallas para cambiar esos miedos por alegrías, además de querer cumplirle a Camilo también su propósito era sembrar la esperanza y construir nuevos escenarios. Así el 30 de octubre de 2014 se comenzó la tarea transformadora y ese lote desolado cercano a la Estación el cual es de propiedad del municipio tiempo después sería una gran cancha de mini-fútbol.La idea fue presentada al señor Alcalde, que respaldó totalmente la iniciativa y para agilizar las de este joven Comandante de Estación, le brindó apoyo de la autoridad local, también se unió Don Manuel, jefe de obras de su administración quien además de pasar la retroexcavadora ayudó a alimentar este sueño y consiguiendo la solidaridad de otros habitantes prestaron herramientas como palas, picas y la donación de 12 cargas de arenilla.Mientras tanto los 20 hombres mañanas y tardes disponibles y hasta en su descanso decidían pasar su tiempo en la obra, limpiaban el lote, sacaban piedras, basura, escombros además de llevar la arenilla en costales pues no había forma de entrar un vehículo hasta el lugar; mañanas y tardes, todos los días de la semana estos policías aportaban en sus descansos llenando costales, regando la tierra, limpiando la maraña; más de 10 meses de ampollas y largas jornadas de sol pronto valdrían la pena. El pasado 21 de febrero con la gracia de sus vocaciones y la infinita solidaridad se logró sacar avante este proyecto para la comunidad. Hoy en día como al comienzo de esta historia a la misma hora pero en otro lugar una cancha de mini fútbol los espera.Niños, niñas y adolescentes nunca faltan a su cita y como uno paso hace un par de fines de semana a las 9:00 a.m. muy puntuales llegaron aproximadamente 50 niños, en compañía de padres y vecinos de todas las edades, se llevaría a cabo el primer "torneo rápido de banquitas"Ya son 8 equipos y ver los niños correr o escuchar un pito sonar, además de los policías de la Estación animar y a la comunidad unida, es casi que estar recogiendo el fruto de la semilla sembrada; esto una vez más se reafirmó el honor de servir con el corazón.Esta es la historia del patio trasero de una Estación, que cambió se convirtió en la puerta de entrada a la alegría al deporte, quedaron atrás los malos recuerdos y se hizo una obra que por siempre permanecerá como la huella imborrable de amistad entre estos policías y la comunidad de Briceño.