La alegría y espontaneidad de las sonrisas de nuestros niños indígenas, fueron la mejor recompensa que recibieron los policías en esta región del país que en un gesto noble visitaron las comunidades de Ceima Cachivera, Ceima San Pablo y 13 de Junio, allí los uniformados se despojaron de las comodidades que se tiene en el casco urbano del municipio de Mitú y emprendieron una travesía por un camino de herradura  y con obstáculos naturales que no impidieron que llegaran a las comunidades indígenas.

Al llegar a Ceima Cachivera que en el lenguaje tucano significa “lugar de rio rápido”, observaron un lugar esplendoroso donde el tiempo parece no haber pasado y un diáfano arroyo circundante que se precipitaba por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos las cuales adornan al hermoso sitio donde los niños corrieron cuando notaron la presencia de aquellos hombres y mujeres vestidos de oliva, quizás abalanzados por la curiosidad y el presentir que estos gendarmes del orden y la ley, eran los “papas Noel” o la humilde representación del “Niño Dios” que ellos esperaban llegaran en alguna navidad y que no se equivocaron pues además de entregarles regalos, compartieron juegos, bailes, charlas educativas y el dejarse seducir por las sonrisas hermosas de los castos rostros de nuestros “pequeñines” indígenas.

Seguido continuaron con la visita a otra comunidad cercana llamada Ceima San Pablo, donde una campana improvisada de una madre indígena es utilizada para llamar a todos los niños y niñas quienes entre tímidos murmullos acudieron para dejarse abrazar por el espíritu de la navidad y de forma pura jugar hasta que el cansancio y el tiempo menguaron la jornada.

Finalmente pero con una impresionante disposición arribaron al río Vaupés en planchones para acompañar la comunidad 13 de Junio y hacer la navidad la mejor aliada de la paz.