Con la operación “continente” hombres de inteligencia y de la seccional investigación criminal con el apoyo de medios tecnológicos y caracterización de personas, logran derrumbar la olla de vicio del “tío o Ancizar” en la “cañada” como la supuesta imposible de derribar.
A eso de las 12:40 de la tarde del Domingo en la carrera 17 con calles 15 y 14 del sector la cañada, 150 hombres y mujeres de diferentes especialidades de la Policía Nacional, rodearon cuatro manzanas del barrio las Américas. Exactamente en la carrera 17 con 14, un grupo de hombres de la Seccional de Investigación Criminal realizaron 3 allanamientos, entre ellas la “olla de vicio” de “Ancizar”. Para entrar, se necesitó de la fuerza de tres hombres y el uso de una gran barra de acero para derribar la unión entre la puerta principal y una reja con cerrojos, que se asemejaban a un búnker.
En las viviendas se capturaron cinco personas, dos en vía pública y tres se entregaron. En coordinación con la Fiscalía 4 Seccional se capturan con orden judicial diez personas, el total de integrantes de la banda delincuencial, quienes deberán responder por el delito de concierto para delinquir agravado, en concurso con tráfico, fabricación y porte de estupefacientes.
Las hipótesis de los investigadores sobre el búnker se hizo evidente en el allanamiento; encontraron el acceso a las dos casa vecinas para escapar. Otra puerta que conduce al patio, allí el vendedor de turno botaba la droga por la recamara de desagüe en caso de ser intervenido. En el operativo encontraron cuatro baldes dos de ellos sin agua al lado de la recamara.
La estructura delincuencial, estaba encabezaba del “tío” o “Ancizar” quien ha pagado condena por el delito tráfico de estupefacientes.
Su hijo “jimmy” de 40 años de edad, era al parecer el segundo y jefe logístico, pagó condena cerca de los 9 años por homicidio. En esta misma línea está “sebas” de 31 años, como jefe financiero y surtidor. Seguido de “panchis” una mujer de 53 años de edad, quien almacena y dosifica.
Los vendedores, “cacorra” mujer de 67 años de edad, quien en la actualidad tenía el beneficio de casa por cárcel por tráfico de estupefacientes, “cometa” un hombre de 36 años y “bola ocho” un hombre de 36 años de edad, quien en el 2016 fue capturado por hurto, conformaba una banda delincuencial denominada “los optra”, para el 2009 pagó condena por hurto y en la actualidad tiene beneficio de casa por cárcel.
Por su parte “pipe” de 28 años, “visajes” de 33 años de edad, quien presenta antecedentes por homicidio y tráfico de estupefaciente y “David” de 18 años, eran al parecer los “campaneros” y quienes autorizaban a los comparadores.
Derrumbado el supuesto imperio
Con el uso de medios tecnológicos, los investigadores ubicaron cámaras especias por la calle, usaron un dron, cámaras de largo alcance y se caracterizaron como habitantes de calle y compradores comunes con cámaras incrustadas en sus ropas para llegar hasta la olla y así identificar uno a uno de los integrantes, sin levantar la mínima sospecha. Los investigadores estuvieron más de 10 meses buscando pruebas en su contra.
Se estima que por más de 10 años esta “olla de vicio” estaba en el sector, el mito llegó hasta el punto de convertir la “Cañada” como un sitio normal de compras de drogas ilícitas, su capacidad logística era alrededor de tres manzanas, en ocasiones se comunicaban con boqui toquis para alertar al “campanero” y está a su vez dar aviso a los compradores de la presencia de los cuadrantes.
La banda logró conectar el delito con la vida normal de los moradores del barrio. Lo que por muchos años impidió la acción contraria de las autoridades.
Modus operandi
Identificaron el lenguaje para comercializar el estupefaciente, dos palabras como; Gabriela: atención viene la policía y hágalo: la señal del campanero para el vendedor, quien encerrado en el bunker abría la pequeña ventanilla y entregaba las dosis. De lunes a domingo vendían de manera ordena de 07:30 a 10:00 pm, los vendedores se relevaban a eso de las 6 de la tarde y en tres ocasiones surtían la olla durante el día, el administrador arrimaba hasta la ventanilla con bolsas llenas de dosis. Llegaron al punto de poner grandes tejas que impedían el monitoreo de la cámara de seguridad que se encuentra a varios metros del sector.
Las imágenes demuestran que en un día, podían vender a más 500 personas, es decir cerca de 1130 dosis, entre marihuana normal y cripa, bazuco, cocaína (perica) y pastillas de ribotril. El supuesto imperio, a partir de hoy dejará de vender aproximadamente más de 150 millones de pesos mensuales. Sus compradores potenciales habitantes de calle; desde niños, jóvenes y adultos en todos sus estratos sociales.
“Resaltamos el trabajo limpio de los investigadores en la recolección de pruebas, en esta investigación y operativo no se necesitó de la colaboración ciudadana, ya que en el sitio era imposible. Hoy queremos demostrar nuestra capacidad institucional contra el delito a las redes del micro trafico, tenemos hombres y mujeres con actitud y aptitudes inigualables. A los habitantes de la Cañada, es la hora de cambiar el chip, pensar en sus hijos y familias no pueden permitir que este hecho se vuelva a presentar.” Señaló el señor comandante de la policía metropolitana de Manizales coronel Jorge Albero Jaramillo Marín.