El trabajo de cooperación internacional, con el fin de prevenir la explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes en el contexto de viajes y turismo, permitió la identificación de un ciudadano americano de 32 años de edad, que según Migración Colombia registraba 36 ingresos a Colombia especialmente a las ciudades de Bogotá y Medellín con el fin de buscar servicios de sexuales de menores de edad.

Durante 11 meses de investigación, entrevistas adelantadas de manera conjunta entre investigadores de la línea de delitos contra la infancia y adolescencia de la Policía Nacional de Colombia y agentes especiales de ICE/HSI, identificaron 3 víctimas de 15 y 16 años de edad.

Dentro de los detalles que más llamaron la atención de los investigadores, fue que este depredador sexual obligaba a sus víctimas a tatuarse las iniciales de su nombre en uno de sus brazos y de no cumplir con esta condición se negaba a pagar lo pactado producto de la explotación sexual.

Es así como en los últimos días se despliega la operación ‘CATE III’, donde policías de la Dirección de Protección y Servicios Especiales (DIPRO) viajaron hasta la capital del Estado de Illinois EE.UU., donde finalmente se materializó la captura y deberá responder ante una corte de Chicago por el delito de turismo sexual. Así mismo, en Colombia se le imputarán los cargos por demanda de explotación sexual comercial con menores de edad.

Las adolescentes rescatadas se le inició el proceso de restablecimiento de derechos por parte del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y la ONG estadounidense Operation Underground Railroad.