En cumplimiento a la ofensiva nacional contra el delito ordenada por el señor Presidente de la República y la Dirección General de la Policía Nacional de todos los Colombianos y en el marco de la Estrategia Integral Contra la Extorsión – EICEX, unidades del GAULA del Departamento Policía Valle, en vía pública de los barrios San Luis, 6 de Enero, La Carmelita, La Independencia y San Francisco del municipio de Buenaventura, mediante labores investigativas se logra la desarticulación del presunto grupo delincuencial común organizado GDCO “la local – los carmelianos”.
En el desarrollo de esta operación, se logra la captura de cinco personas conocidos como “la perris”, “chuki”, “pindaya”, “piti-piti” y “pechon”, quienes son solicitados mediante órdenes de captura proferidas por el Juzgado Segundo Penal Municipal con función de control de garantías del municipio de Buenaventura.
De igual manera se realizó la notificación de la orden de captura por la conducta punible de extorsión, concierto para delinquir agravado, desplazamiento forzado, hurto calificado y agravado, de otra persona conocida como “esleider”, quien actualmente se encuentra recluido en el Centro Penitenciario y Carcelario de Buenaventura por el delito de extorsión en hechos ocurridos el año inmediatamente anterior.
Estas capturas se realizan de acuerdo con la denuncia realizada por una víctima el día 17 de junio de 2017, quien manifestó que “fue víctima de amenazas de muerte y desplazamientos originadas presuntamente por los hoy capturados, quienes además se dedicaban a los delitos como hurtos, extorsiones, amenazas, desplazamientos, control de los diferentes expendios de droga y reclutamiento de menores de edad como sus informantes y correos humanos para ser utilizados en el trasporte de estupefacientes y armas de fuego que ellos portaban en el barrio, además eran utilizados para cometer algunos hurtos”.
La modalidad empleada por el grupo delincuencial era: escoger una casa en el barrio, enviaban a uno de sus integrantes para que ingresara a la vivienda y cometiera el hurto, después de eso la víctima les reclamaba el objeto hurtado y le manifestaban que eran quienes controlaban el barrio y a cambio de recuperar sus pertenencias debían de hacer entrega de una multa, estos cobros oscilaban entre los $500.000 y los $3.000.000, si la víctima no pagaba la amenazaban con causarle daño.
Dentro de la investigación se logra establecer que presuntamente este grupo delincuencial daba un plazo a sus víctimas de ochos días para realizar el pago con el fin de hacer la devolución de los elementos hurtados, una vez cumplido el tiempo si la víctima no pagaba la extorsión procedían a ingresar nuevamente a sus residencias y se hurtaban todos los objetos de valor como prenda de garantía, debido a las constantes amenazas, las personas se marchaban y dejaban abandonadas sus viviendas, las cuales eran apropiadas por la organización y utilizadas como expendios de sustancias alucinógenas.
Los capturados fueron presentados ante un Juez Municipal con Función de Control de Garantías quien los cobijo con medida carcelaria.