En medio del uniforme, la disciplina y las responsabilidades que exige el servicio militar, Juan Carlos Santacruz jamás dejó de soñar. Este joven auxiliar de policía, de apenas 21 años, no olvida sus raíces: nació y creció en la vereda El Remolino, donde la vida transcurría entre ordeños, siembras y la cosecha de café. Era el sexto de siete hermanos y, desde muy niño, aprendió que el trabajo en el campo es tan duro como digno.
Durante años combinó el trabajo rural con sus estudios en la Escuela Ángela María Torres Suárez, hasta que las dificultades económicas de su familia lo obligaron a tomar una decisión valiente: pausar su educación para enlistarse como auxiliar en la Policía Nacional, con el firme deseo de aliviar un poco la carga en casa.
Pero algo en él nunca se apagó. Quizá fue la imagen de sus padres llenos de orgullo, o el deseo profundo de cerrar un ciclo que había quedado inconcluso. Lo cierto es que, aún en medio del entrenamiento, los turnos y las órdenes, Juan Carlos decidió cumplir otro sueño: graduarse como bachiller.
Gracias a la Ley 2384 de 2024, que brinda nuevas oportunidades a quienes prestan el servicio militar obligatorio en Colombia, pudo retomar sus estudios bajo la modalidad de ciclos, a través del Colegio Proyecto de Vida ubicado en la ciudad de Valledupar.
“No fue fácil estudiar y cumplir con las órdenes y los diferentes servicios, pero eso no fue impedimento para darle ese regalo a mis padres. Salí de casa con la promesa de que sería bachiller”, cuenta con emoción Juan Carlos, quien aún luce su uniforme de auxiliar con el mismo orgullo con el que sostiene su diploma.
Fueron diez meses lejos de su casa, seis de ellos estudiando con disciplina y constancia, hasta lograrlo: hoy, Juan Carlos Santacruz Rojas es oficialmente bachiller académico.
Este logro no solo es suyo, también lo es de su familia, de su vereda y de una institución que apuesta por la transformación desde la educación. Porque historias como la de Juan Carlos nos recuerdan que, incluso en los caminos más difíciles, siempre hay espacio para soñar y cumplir.
La Policía Metropolitana de Valledupar, bajo el liderazgo del comandante encargado Teniente coronel Hernán Mauricio Torres, se siente profundamente orgullosa de historias como la de Juan Carlos. Consciente del poder transformador de la educación, esta institución sigue comprometida con brindar oportunidades reales a sus auxiliares y uniformados, impulsándolos no solo a servir con entrega, sino también a crecer como seres humanos, alcanzar sus metas y construir un mejor futuro.